Cuca Escribano y Miguel Ángel Muñoz estrenan ‘El síndrome del copiloto’
Anoche se estrenó en la Sala Verde de los Teatros del Canal (c/ Cea Bermúdez, 1, Madrid) ‘El síndrome del copiloto’. Se trata de la adaptación teatral del bestseller ‘Mujeres que compran flores’ que, de hecho, está dirigida por la propia autora del libro, Vanessa Montfort. Cuca Escribano y Miguel Ángel Muñoz protagonizan esta obra que permanecerá en cartel en Madrid del 7 al 24 de abril.
Sinopsis:
Marina, una mujer sola en medio del Mediterráneo sobre un velero que no sabe navegar, el de Óscar. Debe cumplir con su último deseo: cruzar el Estrecho y arrojar sus cenizas en Tánger.
Durante esta gran aventura marítima de ocho días, nuestra heroína tendrá que superar muchas pruebas: revivir su historia de amor con el recuerdo de Óscar que viaja con ella y, el mayor de los peligros, recuperar sus sueños y el timón de su propia vida. Esta emocionante adaptación de ‘Mujeres que compran flores’ es heredera del espíritu de ‘El viejo y el mar’, ‘La Odisea’ y ‘Cinco horas con Mario’. Parte de su éxito se debe a haber puesto nombre a un síndrome heredado contra el que lucha la generación actual de mujeres que viven bajo la presión de la mujer perfecta.
Equipo:
Reparto: Cuca Escribano y Miguel Ángel Muñoz
Texto y dirección: Vanessa Montfort
Ayudante de dirección: Alexandru Stanciu
Escenografía: Estudio Dedos. Curt Allen Wilmer
y Leticia Gañán (AAPEE)
Iluminación: Valentín Álvarez (AAI)
Música: Fernando Velázquez
Espacio sonoro: Javier Almela
Movimiento escénico: Isabel Vázquez
Vestuario: Virginia Serna
Diseño de producción: Cuca Escribano
Recomendación:
La belleza de lo sencillo, la efectividad de un trabajo bien hecho, eso es ‘El síndrome del copiloto’. Visualmente bello, con una escenografía sencilla pero muy efectiva y dos actores, Cuca Escribano y Miguel Ángel Muñoz, totalmente comprometidos con la historia que están contando y que hacen un perfecto ejercicio de equilibrio tanto emocional, como físico (quien vea la función lo entenderá…). Absolutamente fiel al texto que adapta, no en vano su autora, Vanessa Monfort, dirige la función. Y mención especial al trabajo de iluminación, otro de los protagonistas en escena y que ofrece momentos de gran belleza visual.
90 minutos en los que no sólo Óscar se sube al velero de Marina, también nosotros hacemos el viaje con ellos, siendo testigos de sus recuerdos, sus alegrías, sus sinsabores… todos con la vista puesta en el destino final, que no es sólo Tánger, sino también el nuevo asiento que la protagonista ocupará en su vida. ¿Se suben también ustedes a este velero? ¿Qué asiento eligen?