Basado en una fábula portuguesa, la versión musical de El Pequeño Conejo Blanco puede verse y disfrutarse en el Teatro San Pol de Madrid (c/ San Pol de Mar, 1). Está destinado a los más pequeños y recomendado de los 0 a los 8 años, pero los padres lo pueden disfrutar igualmente, puesto que hablamos de un montaje de calidad y con música en directo. Pensado, trabajado y muy pedagógico, así es esta aventura en la que se tratan temas tan importantes como la amistad, las apariencias, la perseverancia, el egoísmo o la valentía. Valentía no solo para enfrentarse a cualquier situación, sino también para pedir ayuda cuando se necesite.
El Pequeño Conejo Blanco está basado en una fábula portuguesa, aunque su versión más conocida es el cuento ilustrado de Xose Ballesteros y Óscar Villán, galardonado con el Premio Nacional de Ilustración. Esta versión musical está escrita y dirigida por Georgina Cort, quien también protagoniza el montaje interpretando al Pequeño Conejo Blanco. Junto a ella, Óscar Bustos, que se desdobla en varios personajes incluyendo el del villano de la historia; y Julián Jiménez, pianista y Sr. Viento.
Detrás de este estupendo musical está la compañía Espiral Mágica, responsable de otros espectáculos como Orejas de mariposa, o Taller de corazones, un musical de pequeño formato para adultos.
Sinopsis:
El Pequeño Conejo Blanco va a recolectar hortalizas de su huerto particular. Estando fuera, la malvada Cabra Cabresa entra y se queda con su casa. Tras quedarse sin hogar, busca ayuda para poder recuperar su casa. Las criaturas más grandotas tienen miedo y no quieren problemas. Tan solo la diminuta Hormiga Rabiga con su gran ingenio será capaz de ayudar a su amigo el Conejo y demostrarle que las apariencias engañan.
Una versión de calidad, tierna y con temas musicales pegadizos (disponibles en las plataformas digitales). Música en directo, dos actores y un pianista que consiguen que, durante la hora que dura el musical, los niños no pierdan la atención en ningún momento, participando incluso si así lo quieren para ayudar al Pequeño Conejo Blanco, que ha perdido injustamente su casa. Un plan estupendo para acudir en familia e incluso seguir revisitando sus canciones después de verlo, puesto que poseen enseñanzas muy valiosas…
