El musical de Tina Turner llega a la Gran Vía

Cuando llegas al teatro Coliseum de Madrid, como si de la mítica canción de Bette Davis se tratara, son los ojos de la Gran Tina Turner los que te reciben desde el cerrado telón.

A partir de ahí, la infancia de Tina, la adolescencia de Tina, su llegada a la gran ciudad, su familia desestructurada, el abandono de su madre, su padre maltratado, su tórrida historia de amor, desamor, tóxica, con el famoso Ike Turner que la convertiría en una estrella mientras abusaba de ella a todos los niveles.

Después su divorcio, su lucha por empezar de nuevo, el abandono de casi todos hasta que por fin alguien, en forma de productor, lucha por ella, apuesta por ella, y se convierte en ese ángel que no todas las grandes artistas han tenido y que muchas veces son los responsables únicos de que una estrella exista.

Y después la Tina que casi todos recordamos, la Tina de la melena rubia electrizante, de los movimientos de piernas compulsivos, con una fuerza tremenda y con esos éxitos que todos tenemos aún en la cabeza.

La escenografía es buena, la iluminación también, pero algo falla en un espectáculo cuando lo mejor es el final.

Esos 10 minutos finales en los que Tina ya es una estrella de rock, la que todos reconocemos en la memoria colectiva, con una banda espectacular, unas luces espectaculares y unos temas con una fuerza desgarradora.

Todo eso prácticamente no existe durante el resto de las 2 horas y media que casi dura el espectáculo.

Algo falla, vuelvo a decir, cuando se habla de tantas cosas profundas, emocionantes e intensas como son el maltrato, el éxito, las drogas, el fracaso, el abandono, el renacer y apenas se te eriza la piel en algún que otro instante.

Pese a que la protagonista es una artista completísima y se deja la piel en el escenario, lo cual es indiscutible, es muy difícil ver a la Tina que todos esperamos ver, absolutamente inigualable y con una fuerza incomparable.

Pero más allá de esto, no seré yo quien diga qué falla, porque para eso hay un gran grupo de profesionales y responsables que deberían intuirlo y saberlo, simplemente la historia no llega o, al menos, a mí no me llegó.

Deseo un larguísimo recorrido a Tina, porque es un placer ver cómo los compañeros trabajan dejándose el alma, como en esa parte de la Gran Vía, justo enfrente del Rey León, hay grandes profesionales negros trabajando y viviendo de su arte en este Madrid cosmopolita y llenando teatros.

La competencia ahora mismo es descomunal y solo quedarán los mejores.

El tiempo dirá si Tina es uno de ellos y siga demostrando que es, simplemente, “the BEST”.

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Actor, cantante y ocasionalmente escritor. He desarrollado una amplísima carrera en la televisión, el cine, y sobre todo en el teatro musical participando en producciones como ‘Mamma Mía’,  ‘Antoine’, ‘Amar en tiempos revueltos’ o ‘Cuéntame cómo pasó’. Actualmente actuando en el musical ‘El Médico’.

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