De Valladolid al mundo. Fernando Cayo es uno de los mejores actores y con más peso interpretativo de nuestro país. Es imposible olvidar ninguno de sus trabajos ,si tienes la suerte de verlos, por su entrega y su verdad.
Fernando Cayo es un apasionado de la interpretación y de la vida. Es una persona que disfruta inmensamente haciendo lo que hace. Un hombre tremendamente vitalista, comprometido con la vida y con las personas. Realiza su actividad allá donde le llamen, en un plató, en un set, en un escenario…
También le fascina dar clases. Intenta tener un sentido místico y chamánico de la vida, ser sensible a la energía de las cosas más allá de lo evidente y eso le lleva a tener un compromiso con la consciencia y en el trabajo a, como decía la canción, poner ‘alma corazón y vida’ en él. No sabe entregarse si no es a fondo, poniendo profundidad en las cosas.
Alberto Vázquez: Empezaste tus estudios en nuestra maravillosa Valladolid ¿Cómo terminas estudiando y formándote en Italia?
Fernando Cayo: En la escuela de Arte Dramático de Valladolid pensé en aquellas cosas que podría mejorar y todo lo que tenía que ver con lo improvisatorio y lo físico me llamaba mucho la atención. En Italia estaba la Escuela Internacional del Actor Cómico de Antonio Fava que en aquel momento era la única en el mundo para actores cómicos. Hacíamos un repaso de las técnicas de trabajo cómico, desde el Teatro griego, romano, la Commedia dell’Arte, el Teatro de Variedades, Clown , el bufón…El nivel era extraordinario, con alumnos de todo el mundo muy talentosos, me nutrí todo cuanto pude.
Alberto Vázquez: Y eso se ve en todos tus trabajos…
Fernando Cayo: Yo creo que sí , sobre todo en los trabajos unipersonales que he producido, cómo “Salvaje”, “La terapia definitiva” y este último, “¡¡¡Por todos los dioses!!!”. Tienen que ver mucho con mi trabajo en Italia y también con el juglar moderno al más puro estilo Darío Fo, que fue el gran maestro de Antonio Fava, y de quién extrajo gran parte de su filosofía. Tienen mucho de máscara, de circo y de teatro gestual.
Alberto Vázquez: ¿Pero hablabas italiano?
Fernando Cayo: Estudié algo antes de ir… pero en realidad lo tuve que aprender allí deprisa y corriendo. Fava era un tipo bastante duro, pero sumamente interesante y con Mirco Ferri, el instructor físico y de acrobacia, me llevaba genial. Aquello era una especie de comunidad hippie; pisos donde vivíamos juntos varios compañeros y se compartía todo, una experiencia única.
Mucha fiesta, pero también muchísimo ensayo, porque ¡Creábamos un espectáculo de 20 minutos cada día!
Alberto Vázquez: En tu currículum pone que eres actor, director y músico. Al actor y al director lo conocemos de sobra ¿Qué nos puedes contar del músico que hay en ti?
Fernando Cayo: Bueno, yo concibo mis espectáculos completos, los escribo , los pongo en pie en mi cabeza y, obviamente, la música es parte fundamental de ellos. Antes de ser actor estudié música en el Conservatorio de Valladolid. Componer para mí o para otros, fundamentalmente amigos, ha sido siempre una parte de mi creatividad. En mis espectáculos compongo a medias con Geni (del ‘Nuevo mester de juglaría’ ), percusionista, multiinstrumentista… un musicazo.
Alberto Vázquez: Has trabajado en las mejores series, con los mejores directores, tanto de cine como de teatro, y ya después de los 50, ¿te queda algún sueño que esté al alcance de la mano?
Fernando Cayo: Pues me gustaría tener personajes en lo audiovisual con tanta fuerza como los tengo en el teatro. El sueño completo sería sacar adelante un documental, una serie y una película que tengo en mente, lo he intentado un par de veces, y seguiré probando. Quizá entonces no estaba preparado, o no supe tocar las teclas necesarias. Y también me gustaría poder retomar la carrera en el mundo anglosajón, que inicié en “The Counselor” de Ridley Scott y en “McMafia” para la BBC.
Alberto Vázquez: Has estado nominado a muchos premios, has ganado alguno de ellos, y eres uno de los grandes profetas en su tierra. Tienes no solo premios, sino importantísimas distinciones de Valladolid, ¿lo sientes así?
Fernando Cayo: Si, me siento muy querido en mi tierra. Y algo muy bonito es que siento que mi nombre empieza a ser garantía como para ser programado en muchos teatros. Que se diga: “hombre , si en esto está Fernando Cayo, es que debe ser bueno…“ es un lujo. Lujo que por otra parte me he trabajado a pico y pala los últimos treinta años je, je, je… Y eso me ha ocurrido mucho en los últimos años, es la mejor recompensa. Y también tengo varios premios por cortometrajes, de los que me siento muy orgulloso, aunque sean trabajos más pequeños… Pero vamos que queda mucho por aprender y por hacer, mira, en la lista de sueños también puedes apuntar un Goya y un Max ja,ja,ja…
Alberto Vázquez: Volviendo un poco a los premios, creo que estuviste compitiendo con Johnny Deep por un premio internacional, en tu caso por ‘El orfanato’ , ¿has intentado la aventura americana o no te apetece o no te interesa?
Fernando Cayo: Claro que me interesa, pero más la aventura internacional, no en concreto la de Hollywood. Llevo mucho tiempo estudiando inglés, aunque siempre que te llaman es para hacer de latino y con mucho acento ja,ja,ja. Antes, trabajar fuera, era tener tiempo para trabajar bien, el dinero permite eso, pero ahora, por ejemplo, en ‘ La casa de papel’ eso ocurre. Muchos días hacíamos solo una secuencia. Aquí ahora se puede trabajar tan bien como afuera.
Alberto Vázquez: Por cierto ¿cómo fue la experiencia de trabajar con Ridley Scott?
Fernando Cayo: Trabajar con el director de ‘Blade runner’, una de las películas icónicas que yo he estudiado hasta la saciedad, pues imagínate…
Él trabaja siempre con su equipo, así que el ambiente era muy familiar . En lo práctico era muy parecido al trabajo aquí, plantear la secuencia, proponer entre todos, ponerla en pie en el set… Pero lo que más me gustó fue su cercanía, me pareció un abuelito encantador, con un halo muy especial. Después tuve ocasión de volver a trabajar con él en ‘Exodus’, pero yo estaba comprometido en teatro y como soy muy de cumplir… ¡tuve que dejarlo pasar…!
Alberto Vázquez: ¿Quitarías algo de tu impresionante currículum?
Fernando Cayo: Todo lo que he hecho me ha servido para crecer. Lo que quitaría son los miedos que tuve cuando empezaba, la agonía de no tener dinero al principio, el tremendismo con que lo vivía todo, pero eso no sale en el currículum, je, je, je. Tampoco sale que lo que hace valorar el trabajo de uno es el trabajo de todos. Esto es labor artesanal de equipo y eso me gusta mucho. Yo sigo cargando camionetas y tirando cables en el escenario en mis producciones.
Alberto Vázquez: ¿Y en que anda ahora Fernando Cayo?
Fernando Cayo: Pues seguimos de gira con ‘Antígona’ de David Gaitán, un director mejicano maravilloso, un montaje que nos ha dado muchísimas alegrías, distribuido por Concha Busto, la gran maestra de productores de este país, con la que he trabajado en muchos otros montajes, como “El Príncipe de Maquiavelo” y “ De ratones y hombres”, y paralelamente sigo de gira también con mi producción “¡¡¡Por todos los dioses!!!”.
Alberto Vázquez: ¿Es feliz Fernando Cayo?
Fernando Cayo: Soy feliz… si, también desde luego estoy preocupado por el mundo. Por el exceso de dependencia de las tecnologías, por la pérdida de humanidad. Esta tendencia en pro de la robotización …Las cada vez más grandes diferencias entre clases sociales…
Me ayuda mucho con esto de la felicidad hacer hincapié en mi crecimiento personal, con cursos, retiros ,meditaciones. También es importante colaborar en lo que uno pueda para que las cosas sean un poco mejores, en los últimos tiempos he tenido la fortuna de trabajar con “Global Humanitaria”, AAQUA (Ayudar a Quien Ayuda) y Mensajeros de la paz, y poco es…
Además, tengo una hija preciosa que con 16 años está descubriendo la vida y me llena de vitalidad. Y ¿sabes qué? no hay bajón que resista un paseo por el campo, ja,ja,ja…
Alberto Vázquez: ¿Qué me cuentas de’ La casa de papel’?
Fernando Cayo: Pues que acabamos de estrenar una quinta temporada y que ya es la serie más vista en todo el Mundo, una barbaridad… es poner en lo más alto a la industria audiovisual española, no solo a nosotros y eso me hace muy feliz. Y nos sentimos hermanados a través de redes con una comunidad internacional de seguidores increíble.