Tenemos el placer de entrevistar a Edgar Vittorino, el actor colombiano que aún triunfando en su país natal decidió seguir persiguiendo su gran sueño en nuestro país, donde es conocido por series tan relevantes como Vivir sin permiso en el papel de “Freddy”, Vis a vis como “Caimán” (en su cuarta temporada), Desaparecidos donde da vida a “Rubén Ramallo” (segunda y tercera temporada), los filmes Bajocero en “Rei” y Centauro donde interpreta a “Carlos” un tremendo villano, entre otros.
Vittorino es además de un gran actor una hermosísima persona a la cual a vamos a conocer un poquito más porque vengo preparada a hurgar en su corazoncito.
Roxana Esteve: Con diecisiete años sales de Barranquilla, tu ciudad natal, a Bogotá a estudiar interpretación ¿De dónde nace tu amor por la interpretación?
Edgar Vittorino: Yo, desde los 13 años ya hacía interpretación en teatro de barrio y algunos cursos que podía ir haciendo en las vacaciones del colegio. La verdad, yo descubrí que fue lo que pasó, fueron dos cosas: la primera es que yo lloraba, yo hacía desde muy chiquito que lloraba, y mi mamá me celebraba eso, decía, ¡Ay, el niño hace que llora!, pero me salían lágrimas como de telenovela (se ríe), de estas dramáticas de llanto, y yo le decía, ¡Mira, y no estoy llorando mamá, estoy bien! Y de pronto, volvía a llorar otra vez. Yo tenía esa facilidad y mi familia me lo celebraba y yo creo que esos aplausos me gustaban desde niño y yo creo que de ahí ya había algo que tenía que ver con cómo que fingir algo me hacía ser como aplaudido y cómo llamaba la atención de mi madre, de mi abuela, de mis primos… Y ellos se reunían a verme llorar. Y la otra cosa, que yo cuento con mucha tranquilidad y es bonito es que mi padre le diagnosticaron bipolaridad hace ya bastantes años, y dentro de esa bipolaridad habían épocas que me decía, “Tú vas a ser el mejor actor del mundo, tú vas a ser un súper actor”, porque él decía que por mi físico, “Yo nunca iba a imaginar que iba a tener un hijo así de guapo, ¡Tú vas a ser una estrella de Hollywood!”. Él lo decía dentro de ase misma enfermedad pero yo creo que esas cosas de algún modo calan en un niño que oye decir eso a su padre. Entonces, entre eso y los aplausos por saber imitar el llanto y ese mensaje positivo de mi padre, ha sido un camino que me ha llenado de alegrías a mí y a mi familia, y por eso aquí estoy; creo que eso me hizo la determinación de ser actor.
Roxana Esteve: (jajajaja) Pero, improvisar llorar y que te diga tu padre que eres guapísimo no es garantía para ser un buen actor ¿Cuándo te das cuenta que vales para la interpretación?
Edgar Vittorino: Siempre he creído que eso es una cuestión más del ensayo. Yo confío en el ensayo y confío en la repetición, creo que va más allá del talento que un actor pueda tener o no. Me di cuenta que yo llegaba siempre a mis clases de actuación una hora antes y a veces, me quedaba tiempo después y mis profesores se daban cuenta de eso y veían que yo siempre destacaba. Si presentábamos una escena o una obra, yo le decía a mi compañero si nos podíamos reunir una hora o media hora antes, y siempre había un trabajo hecho con el que ya llegábamos, no solo el trabajo que hacía en casa sino también con el compañero un poco antes, y creo que esa diferencia y esa constancia y el repetir un poco más que los demás siempre logra hacer la diferencia y creo que ahí está el verdadero talento también, cuando lo puedes pulir. Creo que todos los actores si estamos en esto es porque hay un talento o hay algo nato para estar en esto. Cuanto más lo pulas más fino va a ser el trabajo y sumarle, creo que hay que tener mucha inteligencia, mucho corazón y muchas pelotas ¡Son las tres cosas que mueven a los actores!
Roxana Esteve: Ja,ja,ja ¡Es verdad! Edgar,tú triunfas en Colombia e incluso tienes varios reconocimientos, incluido un premio al mejor villano.Eres unhombre muy dulce y sin embargo, te sientes a gusto de villano… ¿Cómo es eso?
Edgar Vittorino: Sí no sé, porque tal vez es antónimo a mí. Yo no tengo nada de esos personajes, quizás me cuesta más hacer los personajes más porque al final te ves más tú y eso asusta más, es exponerte más y que la gente incluso pueda saber más quién eres tú.
Roxana Esteve: ¿Te sientes un poquito vulnerable?
Edgar Vittorino: ¡Claro, más expuesto! En cambio, con los malos yo sé que estoy yendo a un lugar que no tiene nada que ver conmigo, es un juego, totalmente un juego para mí. Hablar mal o ser el villano, como creo que no tengo nada de eso en mi día a día, al final es un juego que me mantiene más a salvo. Creo que por un lado sale bien porque me divierto haciéndolo y porque tomo más riesgo porque sé que no estoy en ningún momento siendo vulnerable.
Roxana Esteve: ¿Eres tímido?
Edgar Vittorino: Ya no tanto, pero sí fui muchos años una persona bastante introvertida pero ya no, ya no porque algo fue cambiando en mí. Creo que la timidez tiene que ver mucho con la inseguridad del no saber quién es uno. Cuando vas creciendo y ya vas sabiendo quien eres tú, ya tú te plantas enfrente de quien sea; ya sea rey o sea el mendigo, y tú te vas a plantar igual porque tú ya sabes quién eres y no tienes nada que ocultar ni exponer de más. Entonces, eso te da la capacidad de perder esa introversión y esa timidez porque ya eres, simplemente estás ahí y ya no te da vergüenza mostrarte.
Roxana Esteve: ¡Ya me avisaron que eras una persona muy bella!Estás en Bogotá, y decides dejar todo y venirte a España porque has declarado ser un amante de las películas de Almodóvar ¡Cuéntanos!
Edgar Vittorino: Sí, la razón de venirme fue por las películas de Almodóvar, yo me vi La mala educación como 5 veces porque además, Gael García que era un actor mejicano y el protagonista, y yo le veía interpretando el acento español y yo decía, “Pues si puede Gael, igual yo también creo que puedo” (Fíjate, que él viene de una familia de artistas). Y me llamaba la atención que las películas de Almodóvar tenían un lenguaje mucho más honesto que las telenovelas que hacíamos en Colombia. La dificultad que yo encontré en las telenovelas era la imposibilidad de decir las cosas como son, porque digamos que la telenovela tiene ese lenguaje “Kitsch” que es como que adornan las cosas para que parezcan perfectas; el amor es perfecto, el antagonista (el malo) es un malo malísimo perfecto, y todos tienen como esa perfección e incluso, no se pueden decir groserías o malas palabras. Ya hoy en día en el cine colombiano y en Netflix se permite un poco más pero en aquella época… ¡Nada de eso! Yo veía esas películas, y aquí dicen culo, puta… ¡Uy, qué maravilla! Porque así es como yo veo que la gente habla en la calle y me sentí abocado por eso, abocado por la necesidad de interpretar personajes que pudieran ser como más reales.
Roxana Esteve: Eres muy humano, te trajiste a tu hermano a nuestro país. ¿Qué es lo que más echas de menos de tu tierra?
Edgar Vittorino: Echo de menos realmente a mis amigos y mi familia porque en todo caso, hay una frase que me encanta que dice Pepe Mujica, “Nosotros somos ustedes, aunque ustedes no son nosotros”, y yo siento que para nosotros, como latinoamericanos venir aquí es encontrarte con una parte de ti. En realidad, allí es como una copia de la influencia de España en la América latina. Entonces, lo cultural y la ciudad aquí lo tengo pero lo que no tienes es a tu mejor amigo, a tu papá, tu mamá y a tus hermanos, eso es lo que dejas; la familia. Hoy día, ya he tomado la decisión de que voy a parar de tomar decisiones únicamente por mi carrera profesional porque desde que salí de Barranquilla a Bogotá y dejé a mi familia, a mi novia… De Bogotá a Madrid y antes de Madrid a Nueva York (durante un año), siempre he estado lejos y este año me fui a Australia a trabajar y dije, ¿¿Qué más lejos me puedo ir?? Todo por mi carrera profesional y está bien, pero creo que voy a empezar a tomar decisiones que tienen que ver con lo personal. Y ahora, me quedaré en Madrid mi familia va a venir y voy a dedicar más tiempo a mi familia, que es lo que dejé. Ahora, hay que dar la vuelta atrás y tratar de recuperar eso que has dejado.
Roxana Esteve: ¡Y, tan lejos…!Llegaste a grabar la serie Narcosantos para Corea del Sur…
Edgar Vittorino: Sí, hasta Corea del Sur. Les va muy bien hoy día, se graba de una manera muy interesante y diferente a aquí; ellos tienen un StoryBoard muy claro cada día y si tu frase va en plano abierto solo graban en plano abierto, no es como aquí que grabamos toda la escena y se graba en un plano abierto, en un plano medio, en un plano cerrado… Allí el director sabe exactamente en qué plano va a ir tu frase y por lo tanto no pierden tiempo y después seguimos desde ahí grabando en plano medio. Entonces, son como muy prácticos, muy cuadriculados. Tú no ves la cara al director sino en la mañana y luego, el resto del día ya no lo ves mas porque ya todo está por escrito, y todo el mundo sabe lo que tiene que hacer ¡Fue impactante! Fue como ¡Guau! No es como aquí que te sientas con el director a tomar un café, hablas 10 minutos de la escena… (Se ríe) ¡Va a otro ritmo!
Roxana Esteve: ¡Qué estupendo estás es Desaparecidos! Todos estáis fantásticos. Con tu personaje piensas, ¿será bueno? ¿Será malo?
Edgar Vittorino: Gracias. Sí, en Desaparecidos jugamos con eso bastante. Creo que fue un acierto por parte de los productores sobre mi personaje; tener una imagen marcada de malo y jugar con eso.
Roxana Esteve: Que suerte tambiénquitar en Desaparecidos el estereotipo de colombiano igual a narcotraficante, mafia o chungo. Ya es hora de empezar a disfrutar ¡por fin! de personas latinas en personajes normales e integrados en nuestra sociedad.
Edgar Vittorino: No se atreven a ponerlo de policía, de crear una historia, y yo creo que eso es muy lindo e importante. De hecho, yo tenía otra propuesta de hacer una película importante de Netflix perotenía que ver con el mismo tema y por eso decidí quedarme en Desaparecios porque creía que hacer algo en esta carrera que tenga algo de sentido, también es reconfortante.
Roxana Esteve: Carlos Bardem fue muy importante en tu nueva manera de ver la vida, ¿no?
Edgar Vittorino: Cuando nosotros estudiamos interpretación con Juan Carlos Corazza, él fue el primero que me enseñó sobre filosofía, me regaló el libro “Lo que Sócrates diría a Woody Allen”. Nosotros estábamos haciendo una obra que era Platónov de Chéjov, y yo hacia un personaje que era un filosofo y Juan Carlos me dijo, “Tú tienes que convencer a la chica con las palabras”, Y yo no podía y yo le dije (a la chica), “¡Te invito a bailar esta noche!” y ellos, todos se partieron de la risa ¡Imagínate! ¡El filosofo invitando a bailar a la chica para enamorarla! (se rie) ¡No,no noooo! Y yo me di cuenta ahí, que necesitaba trabajar otra parte de mí. Esto me pasó muy recién llegado a España que yo traía esa cosa física y visceral pero no había puesto más atención a la parte intelectual de los personajes y ahí le dijo a Bardem, ¡Carlos enséñale un poco! y Carlos me llevó a su casa, me regaló este libro, me explicó un poco de filosofía y yo me terminé enamorando de la filosofía perdidamente hasta el día de hoy. De leer durante la pandemia libros y libros de filosofía y de hecho cuando terminé el libro, le mandé una foto y le dije, ¡terminado! Y después, le mandé las fotos de los otros libros que me he ido comprando.
Roxana Esteve: Recomiéndanos otro libro que te haya hecho palpitar…
Edgar Vittorino: ¡Tengo muchísimos! Mi novela preferida es Noches blancas de Dostoievski que es una obra que habla del amor de la manera más real y más profunda que hay (por lo menos como yo lo veo). Y a parte, ahora que Rusia está presente en todo esto, es ver una Rusia diferente también linda, no la imagen que estamos teniendo ahora de ese gran país, entonces, creo que también vale la pena imaginarla en otro lugar y esa obra te transporta a esa belleza de Rusia y de Moscú. Y un libro que me estoy leyendo justo ahora que se llama El cerebro y el mito del yo ¡Es impresionante! Creo que a los actores nos convendría leer este tipo de libros porque sí te ayuda a entender cómo funciona nuestro cerebro y que es la conciencia que es algo que a veces, no es tan fácil explicar, pero ese libro lo explica de una manera tan sencilla que creo que quita como mucho ego porque te recuerda un poco lo simple y animales que somos. Y por último, otro libro que les recomendaría leer y que parece mentira pero es impresionante es La evolución humana y sexual del hombre o El origen del hombre de Darwin ¡Eso, es una cosa loquísima!
Roxana Esteve: ¡Apuntamos tus tres recomendaciones!Háblanos de tus próximos proyectos…
Edgar Vittorino: El último proyecto que hice, que ojalá se pueda ver aquí en España, que creo que es una serie espectacular Totally, Complete Fine, que es una serie australiana que creo que posiblemente aquí se pueda ver. Obviamente, en mis redes sociales dejare toda la información porque es hermosa, habla sobre el suicidio y se basa sobre una historia real de un hombre australiano que salvó a cientos de personas invitándoles a tomar una taza de té; él tiene una casa al lado de un acantilado y aparece ser que él se daba cuenta cuando la gente iba ahí a suicidarse y él les decía, ¿Quieres una taza de té? Y a muchos, les salvó la vida. Es una comedia negra con grandes actores de Hollywood.
Roxana Esteve: Tu personaje, ¿es de los que son invitados a tomar esa taza de té?
Edgar Vittorino: Mi personaje es todo lo contrario; es un personaje que llega ahí, es el novio de uno de sus nietos y llega ahí también con esa cosa bonita de ser latino, de que tenemos más capacidad a veces de vernos entre nosotros, de darnos un abrazo, de ser más cálidos y eso, también salva vida. Entonces, es como que llega ahí a enseñarles a estos australianos un poco la calidez humana de los latinos.
Roxana Esteve: Desde tu experiencia, ¿qué consejo darías a la gente que no tiene posibilidades pero quiere dedicarse a esto y que a lo mejor está en tu tierra o aquí mismo, en este país?
Edgar Vittorino: Es muy difícil porque lógicamente el discurso de trabajar, trabajar y trabajar sí es cierto; creo que el esfuerzo que tú hagas siempre te va a traer recompensas ¡Por supuesto! Yo creo que uno tiene que esforzarse un montón porque cada uno tiene que ser capaz de verse a sí mismo (ya como actor), vamos a hacerlo más puntual; si ya eres una persona que estás en Latinoamérica o aquí en España y eres de esas personas privilegiadas que no te hace falta lo esencial para vivir ni estas en una situación demasiado precaria como para que la vida misma te imposibilite llegar, porque ahí yo no me meto, porque si sé lo que es el privilegio y si sé que hay distintos lugares donde naces y puedes o no puedes por más que te esfuerces, pero si ya estás en ese lugar de privilegio y solo depende de ti, la capacidad de verse a uno mismo creo que es el ejercicio primordial del ser humano y del actor, la capacidad realmente de tener autocrítica y de poder decir, ¿Qué me falta? ¿A qué necesito ponerle más atención? ¿A desarrollar el intelecto, porque no leo? Pero, ¿cómo te van a dar los papeles, si no sabes leer? ¿Cómo lo vas a leer? Entonces, lo pones en manos de un coach para que venga a decirte como tienes que hacer la escena porque tu solito no sabes como leer el guión o porque estás demasiado tieso, o porque tienes unas cosas que tienes que empezar a mover y gestionar emociones para ser una persona más libre físicamente y emocionalmente y realizar cierto entrenamiento para eso, aunque sea irse a bailar. Creo que todo eso, uno siempre sabe lo que le falta cuando uno va al casting y no lo cogen (más allá de la suerte de que el personaje sea adecuado o no para ti), pero más allá de esa suerte; cuando es para ti y aún así no te cogen uno tiene que tener la capacidad autocrítica de decir, ¿En qué puedo trabajar un poco más? y esa capacidad autocrítica es para mí como el primer pasito, es como el enfermo o el adicto que acepta que está enfermo; cuando tú aceptas “Sí, me hace falta leer más” “Sí, me hace falta moverme más”, “Sí, me hace falta estudiar más actuación…” Ahí, empieza la posibilidad real de convertirte en un actor.
Roxana Esteve: ¿Con qué sueñas despierto?
Edgar Vittorino: Con tener a mi familia toda reunida y poder pasar unas navidades próximas, que este año no va a ser pero el siguiente quiero que sea. Poder estar reunidos con todos y yo encontrar una pareja y poder crear una familia; eso, sí lo deseo.
Roxana Esteve: ¡Que todos tus sueños se cumplan!
Edgar Vittorino: ¡Muchas gracias!
Fotógrafo: Javier Mantrana
Estilista: Jairo Villada
Instagram: evittorino