Fotografía de Fabian Morassut
Carolina Román, la creadora y directora de ‘Juguetes Rotos’ tiene mucho que decir. Llegó de Formosa, Argentina, con un equipaje lleno de sueños. Una hermosa mujer por dentro y por fuera, con talento para casi todo lo que tiene que ver con el arte y más allá.
Interpreta maravillosamente (“Adentro”, “En Construcción”, “Río Seguro” y “Luciérnagas”, entre otras) y escribe y dirige como una privilegiada. Y cuenta, cuenta muchas cosas, profundas, bellas, interesantes. Sentarse ante Carolina Román o ante lo que ella hace es un regalo para el alma. Después del gran éxito de sus ‘Juguetes Rotos’ todo el mundo habla de ella y se la disputan. Pero antes ha habido mucho camino y mucha lucha.
Desde hace unos años es la compañera y esposa de otro grande, Tristán Ulloa y juntos han regalado al mundo dos seres de luz, Max ( que sigue los pasos de sus padres y Ona que los tiene enamorados) La vida pues ,sonríe a esta mujer de armas tomar y un corazón y una sensibilidad extraordinarios. Carolina, conectada con su época, sus inquietudes, la realidad que la rodea, cuenta sobre un escenario las cosas que necesita contar desde ese lugar.
Entrevista a Carolina Román
Alberto: Carolina Román llegó desde su Formosa natal y ahora es una mujer más que considerada en el mundo de la dramaturgia y del teatro ¿ha sido duro el camino?
Carolina: Sí, yo nací en Formosa, en una provincia del norte argentino y luego tuve que emigrar a Buenos Aires para poder formarme y hacer la carrera que quería hacer, siempre relacionada con el teatro, la escritura, el periodismo. Y luego llegué a Madrid, por fin. Fue muy duro, sigue siendo muy duro.
Una vez que uno logra cierto lugar, al final es como un espejismo, ese lugar no es ningún lugar, siempre hay que volver a empezar y volver a abrirse camino y volver a golpear puertas insistentemente. Cada función que logró poner sobre un escenario es el resultado de una larga batalla.
Alberto: Eres una mujer guapa, talentosa, buena actriz y mujer de un hombre famoso ¿te ha costado mucho que te tomaran en serio como dramaturga y directora?
Carolina: Gracias por todo lo lindo que me devuelve tu espejo. Mi compañero es un ser con mucho talento, un artista íntegro más que un famoso. Me ha costado mucho que me reconozcan sin ser su costilla. Yo ya era antes de él y de llegar a Madrid, el tiempo y la constancia siempre son el mejor aliado, hay que creer en ellos.
Alberto: ¿’Juguetes Rotos’ fue tu catapulta?
Carolina: ‘Juguetes Rotos’ fue la obra que me permitió llegar a más público. Estuvimos dos temporadas seguidas en el teatro Español, si bien no era la primera vez que un texto mío estaba en un teatro público con un éxito de dos temporadas seguidas (lo mismo ocurrió con ‘Adentro’ texto mío, protagonizado por mí y dirigido por Tristán).
Por cierto , con ‘Juguetes Rotos’ vamos al festival de México en Guanajuato este octubre. Estamos muy contentos con el recorrido que estamos teniendo a pesar del tiempo que lleva estrenado y vamos ya por la tercera temporada de éxito en Madrid.
Alberto: ¿Tienes claro tu próximo paso?
Carolina: Sí, mi próximo proyecto se llama ‘Amaeru’ y es la historia de 2 personajes que se encuentran dentro de un vínculo, donde se trata de la benevolencia, el cuidado de una persona hacía otra. Es una función para mí muy necesaria de contar y ojalá encuentre un sitio, estoy moviendo todo para que así sea.
Alberto: Dice una canción ‘gracias a la vida’
Carolina: ‘Gracias a la vida’… que me ha dado tanto, es una de mis canciones preferidas porque así siento, que la vida me ha dado mucho. Yo también la busco y la seduzco. Intento darle lo mío.
Y antes de despedirnos nos regala esta joya:
“Me gustaría, desde mi humilde lugar, dar, si se puede decir consejo a la gente joven y es que sean curiosos, que vean trabajos de los compañeros, que no se cierren al circuito de este gremio, que salgan a la vida, escuchen a los mayores, que tienen muchísimas historias que contar, porque es ahí, con la nueva generación con la que nos vamos renovando y ellos tienen que tomar el testigo para seguir.
Que tengan hambre económico, traducido en hambre de creatividad. Que estudien idiomas, que recorran el mundo, que se empapen de vida para contarla”.
¿Aún no se han enamorado de ella?