Antonio Najarro: “Yo era muy tímido, pero bailando me desinhibía y eso fue lo que animó a mis padres a apoyarme”

Antonio Najarro es bailarín y coreógrafo. Ex director del Ballet Nacional de España. Antonio tiene unos ojos que cuentan muchas vidas, es la elegancia y el trabajo en esencia. Toca y baila casi todos los palos y todos magistralmente. Ha dirigido y coreografiado, no solo al arte flamenco, también a ballets clásicos y patinadores artísticos con quienes ha compartido medallas olímpicas. Es un ser humano cercano, sensible, amigable y un gran luchador. Es una delicia escucharle hablar de todo aquello sobre lo que se le requiere o pregunta, la cultura y el deporte no están reñidos. Esta amplia entrevista nos hará conocerle mucho más y admirarle también más si es que eso es posible.

En la profesión y en la vida nos harían falta muchos Antonio Najarro…

Alberto Vázquez: ¿Qué ha estado haciendo Antonio Najarro en Francia?

Antonio Najarro: Pues he estado coreografiando al Ballet del Capitol de Toulouse, el ballet de la ópera de allí. Hemos hecho una coreografía inspirada en uno de los telones de Picasso, ’Cuadro flamenco’ y le hemos puesto de título ‘Tablao’. Un ballet flamenco para bailarines clásicos, una experiencia soñada. La música ha sido en directo, compuesta por José Luis Montón, el gran guitarrista.

Alberto Vázquez: ¿Dedicarse al baile es tan duro como se cree?

Antonio Najarro: Cuando todo depende de tu propio cuerpo es muy complejo, y eso es lo que ocurre con la danza. El estado físico, mental, las lesiones. Tener que estar siempre al 100%. Empiezas y terminas la carrera a una edad muy temprana. Como cualquier deportista de élite. Es una disciplina muy prematura.

Alberto Vázquez: ¿Eres de esos niños que se disfrazaban y se subían a las mesas soñando con ser lo que ahora eres?

Antonio Najarro: Era muy inquieto y me encantaba soñar historias. Armaba teatros con las cortinas, desarmaba las habitaciones con mis primos, y sin tener idea de danza me encantaba darle movimiento a todo aquello. Pero cuando conocí la Feria de Málaga el duende me poseyó.

Yo era muy tímido, pero bailando me desinhibía al 100% y eso fue lo que animó a mis padres a apoyarme.

Alberto Vázquez: ¿Y sufriste el dedo apuntador de los que no eran tan sensibles?

Antonio Najarro: Claro que lo he sentido, en el colegio, en el instituto. En el convencional por supuesto, en el de bailarinas era una más. En el convencional lo habitual eran los insultos y las bromas, y mi hermano mayor defendiéndome a todas horas. Muchos de esos acosadores vienen ahora a verme bailar o a ver mis coreografías, me esperan a la salida, pero ahora para felicitarme.

Ver cómo esas personas se han transformado y se han disculpado incluso, ha sido algo muy bonito.

Alberto Vázquez: Has estudiado y bailado con muchos de los más grandes y para muchos de los más grandes ¿Quiénes te han marcado más?

Antonio Najarro: En la danza española la personalidad de cada maestro es importantísima. Eso lo marca todo en su trabajo. Antonio Ruiz Soler, Antonio Gades, Pilar López, “La Argentinita”, Marienma… Quizá con el que más identificado me he sentido y me ha dado mi oportunidad ha sido José Antonio Ruiz. Me ha enseñado valores que otros no tienen la capacidad de transmitir.

Alberto Vázquez: Y, de repente, te llega la dirección del Ballet Nacional de España y llega a ser un cargo casi político ¿Cómo se lleva eso con un corazón de artista?

Antonio Najarro: Yo había pertenecido a la entidad en todos los departamentos posibles. Cuando el puesto salió a concurso público me pareció muy interesante presentarme, y esa transparencia del proceso de selección. Así que, entre viaje y viaje, fui preparando lo que sería mi proyecto.

Alberto Vázquez: Eres una persona muy comprometida socialmente ¿Ha sido así desde siempre o has sentido que te tocaba, desde tu popularidad, dar un paso adelante?

Antonio Najarro: Lo soy y he utilizado mi figura como representante del mundo de la danza en España. Pero lo que intento, más que reivindicar, es normalizar. Apoyo el Día del Orgullo para recordar el grandísimo trabajo que han hecho generaciones anteriores. Pero también he de decirte que huyo de la exhibición y la protesta porque sí. Prefiero acciones bien pensadas, elegantes y nada hirientes para nadie.

Alberto Vázquez: Todos sabemos de tu extraordinaria faceta como bailarín y coreógrafo, pero además haces coreografías para muchas figuras del patinaje artístico…

Antonio Najarro: Esta pasión surgió en el año 2000, con la pareja francesa compuesta por Marina Anissina y Gwendal Peizerat. Ese año ellos buscaban un coreógrafo capaz de diseñar una coreografía con raíces flamencas para presentar en las Olimpiadas de invierno de Salt Lake City de 2002. El flamenco y el patinaje artístico no tienen nada que ver. Fueron dos años de trabajo, con todo confeccionado en España, y ganamos la medalla de oro.

La repercusión fue tan grande que empezaron a llamarme muchas figuras el patinaje artístico. Creo que el éxito reside en que los veo como a bailarines, no solo como patinadores.

Alberto Vázquez: Has trabajado con el grandísimo Javier Fernández ¿Cómo ha funcionado esa dupla?

Antonio Najarro: En Javier he encontrado, sobre todo, una persona humilde, cercana. Hemos trabajado genialmente juntos. Pero la clave de que un patinador llegue a desarrollar un gran programa es que confíe 100% en su coreógrafo y, en el caso de Javier, así es.

Alberto Vázquez: ¿Tú has salido del armario o nunca has estado en él?

Antonio Najarro: Yo de muy jovencito sentía esa orientación, pero no llegaba a digerirlo. Fue como a los 15 años que me di cuenta de la atracción que sentía por todo lo masculino, no solo por lo físico. Siempre me he sentido gay sin ningún problema, aunque en su momento, lo pasé mal como todos. Mi familia y mi entorno me han ayudado a ser quien soy y como soy.

Alberto Vázquez: ¿Qué le dice Antonio a un niño que empieza a sentir que el baile es lo suyo?

Antonio Najarro: lo primero que la danza le tiene que gustar mucho mucho mucho. Lo normal cuando alguien siente la llamada de la danza es que al moverse siente un montón de cosas. Si sientes eso, la danza es lo tuyo. La danza profesional es muy dura y tu entorno es vital, pero la danza como deporte y como forma de expresión también es muy recomendable.

Alberto Vázquez: ¿Qué palabra te define más?

Antonio Najarro: Uy, yo soy muy malo para eso, creo que esa palabra deberían encontrarla los amigos o el público.

De las que oigo, se repite mucho la elegancia, y me suena bien.

Alberto Vázquez: ¿Cómo te gustaría verte dentro de unos años?

Antonio Najarro: Sinceramente, me gustaría verme con la misma ilusión y ganas de hacer cosas de las que tenía cuando empecé. Pero no sé a quién tengo que pedírselo… (se ríe).

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Actor, cantante y ocasionalmente escritor. He desarrollado una amplísima carrera en la televisión, el cine, y sobre todo en el teatro musical participando en producciones como ‘Mamma Mía’,  ‘Antoine’, ‘Amar en tiempos revueltos’ o ‘Cuéntame cómo pasó’. Actualmente actuando en el musical ‘El Médico’.

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