Andrés Acevedo, un actor en constante movimiento

Andrés Acevedo: “Le grababa libros a una amiga ciega porque le gustaba mi voz, creo que soy actor gracias a ella”

Andrés Acevedo, uno de los protagonistas de ‘Afterglow’, es sevillano, apasionado del teatro y del movimiento. No le gusta decir que es actor, prefiere decir que es “alguien de teatro”, que es algo muy indefinido pero muy completo a la vez.

Era un” hombre de ciencias” que no se inspiró ni con la literatura ni con el arte en el instituto. Iba para biólogo o cualquier especialidad parecida, pero ocurrió algo digno de un cuento de hadas…

Alberto Vázquez: ¿Qué hizo que te decidieras por el teatro?

Andrés Acevedo: Tenía una amiga ciega, que a día de hoy es escritora con su propia editorial en Argentina. Ella era una apasionada de la literatura y el teatro y yo era su lazarillo en el teatro y el cine. Yo le iba contando al oído muy bajito todo lo que sucedía en la pantalla o en el escenario. Y ahí empecé a apasionarme por todo este mundo. Le grababa libros, porque le gustaba mucho mi voz, yo soy actor gracias a ella.

Alberto Vázquez: ¿Recuerdas ese día en que dijiste “esto es lo que quiero”?

Andrés Acevedo: Tengo la suerte de ser de Sevilla y allí tiene su sede la compañía Atalaya. Con 18 o 19 años vi un montaje de ‘El público’, de Lorca y ‘Divinas palabras’, de Valle Inclán, y me quedé prendado. Aquello fue en el Lope de Vega y lo que viví fue absoluta magia. Fíjate, no lo había pensado hasta ahora, Lorca y Valle Inclán son los autores de las dos obras que yo dirigí el año pasado.

Alberto Vázquez: ¿Y cómo fueron tus primeros pasos?

Andrés Acevedo: Pues de cabeza a la ESAD de Sevilla a estudiar arte dramático. He tenido mucha suerte, trabajé y estudié a la vez, lo cual para mí fue maravilloso. Y había un profesor, Juan Antonio de la Plaza, que había estudiado en Lecoq en Francia y aquello me abrió la mente.

Me fascinaba su trabajo con el movimiento, él me hizo una carta de recomendación para estudiar en Lecoq y conseguí una beca.

Alberto Vázquez: Siete años en Francia estudiando dan para mucho …

Andrés Acevedo: Hice de todo. Publicidad, teatro con mis compañeros de promoción, incluso en el Théâtre du Soleil… Increíblemente, fui elegido una de las “nuevas caras del cine francés”, les haría gracia mi francés con acento sevillano jajajá, y, de ahí, a “nuevas caras del teatro francés”. Me iba tan bien que me dije “en España me tiene que ir mejor”, y volví.

Alberto Vázquez: ¿Y qué pasó?

Andrés Acevedo: Que descubrí que aquí me sería mucho más difícil.

Alberto Vázquez: ¿Y no te dieron ganas de volver a Francia?

Andrés Acevedo: Si, todo el tiempo.

Alberto Vázquez: ¿Y por qué no lo haces?

Andrés Acevedo: He seguido formándome en Japón, he salido a trabajar a Chile, pero siempre me vence el deseo de volver. Me cuesta mucho abandonar todo lo que he sembrado aquí. Yo quiero volver a Francia, pero quiero volver trabajando, no voy a ir a la aventura de nuevo.

Alberto Vázquez: ¿Y esa pasión tuya por el movimiento?

Andrés Acevedo: No tengo ni idea, en las primeras cercanías al movimiento estudiando teatro, la gente suele sentir cierto rechazo… para mí eran una auténtica aventura y divertimento.

Sentía que podía expresar tanto o más que con la palabra. Tener cerca a Atalaya fue una gran suerte, allí venían maestros de la India, de Japón, de Brasil… Conocí el teatro de la máscara, el teatro balinés. Mientras unos hacían talleres de casting, yo me hinchaba a darle patadas al suelo.

Creo que todo lo que transmito con la técnica Suzuki es lo más relevante que he hecho como actor. Soy un abanderado de esa técnica, que es valiosísima y, poco a poco, se ha ido diluyendo.

Alberto Vázquez: ¿Qué enseña el Suzuki?

Andrés Acevedo: A explorar nuestra energía animal, técnicas para retomar esa energía y ponerlas en el texto, así sea un Chéjov. Yo estoy lleno de herramientas del Suzuki para hacer “Afterglow”, por ejemplo.

Alberto Vázquez: Tu relación con Gabriel Olivares viene de lejos…

Andrés Acevedo: Pues viene de hace 7 años, cuando empecé en ‘Burundanga‘, que lleva todo este tiempo en la cartelera. Hice un taller de Suzuki para su escuela el LAB, entré en Our Town, en Burundanga…

Alberto Vázquez: Y si te digo Don Perimplin…

Andrés Acevedo: Pues me hablas de mi primer trabajo como productor y director. Me parecía perfecta para poder desarrollar un gran trabajo de palabra y físico. En el esperpento de esa obra, con personajes como guiñoles y marionetas humanas, me lo podía permitir.

Y además había un grupo de actores y compañeros con los que quería trabajar.

Alberto Vázquez: ¿Repetirías como productor?

Andrés Acevedo: Puf… no. Como director seguro, como productor no. Cuando veo a los productores de ‘Afterglow’, a Diego Rebollo y a Carlos Martín, pienso en lo bien que se lo curran y en los supercuidadores que son. Y veo tan claro lo enormemente complicado y desagradecido de su trabajo, que no me da ninguna gana de repetir.

Alberto Vázquez: ¿Qué referencia serían las tuyas como actores?

Andrés Acevedo: Jean Louis Barrault y James Thierré, el nieto de Charles Chaplin, hijo de Victoria Chaplin, que tiene una compañía preciosa de circo, son un referente, ambos son lo que, para mí, debería ser un actor absoluto.

Alberto Vázquez: ¿Qué es Afterglow?

Andrés Acevedo: Para mí es la primera vez en mi vida que estoy en una obra donde personaje y actor se acercan tanto. Y no por las circunstancias, porque yo ni siquiera estoy en pareja. Pero en la obra se habla de insatisfacciones, deseos frustrados, de no poder tenerlo todo a la vez, de la carrera contra el tiempo, la dificultad de hacer elecciones a veces… todo eso centrado en una problemática de chicos de entre 35 y 40 años, gays, en una gran ciudad.

Alberto Vázquez: Tú cumples 40 dentro de nada. ¿Haces un poco terapia con Afterglow?

Andrés Acevedo: Yo sí, en realidad creo que todos nosotros. Creo que nos ayuda a reconciliarnos, a cerrar algunas heridas. Y al director, Pedro Casas, también. Los productores también son de nuestra edad y pareja. La obra cuenta cosas que todos hemos vivido ya: enamoramientos, rupturas, gran crisis de pareja… yo me sorprendo diciendo frases que he dicho y vivido en mi vida real.

Alberto Vázquez: ¿Recuerdas alguna?

Andrés Acevedo: Sí: “No sé que hacer”.

Alberto Vázquez: ¡Casi nada! Por lo que me cuentas, ha sido un trabajo muy honesto y muy valiente por parte de todos. ¿Cómo han sido los ensayos y el montaje?

Andrés Acevedo: Podría haber sido muy difícil, pero fue fácil gracias a Pedro Casas. Es mi segundo trabajo con él. Lo que cuenta la obra es muy íntimo y a eso hay que añadirle muchos momentos de desnudo, muy explícitos y sostenidos en el tiempo, sin que el foco esté ahí, pero hay que ponerse.

Alberto Vázquez: Y además habéis cambiado dos veces de actores.

Andrés Acevedo: Lo cual no ha sido nada fácil. Pero a mí en lo personal me ayuda a volver a pasar por el proceso, salir conmovido y con nuevos sentimientos. Me pregunto otras cosas, descubro otras cosas… y me encuentro dándole vueltas a cosas que hace un año que digo en la función como si fueran nuevas.

Alberto Vázquez: Y para la gente ¿Qué es Afterglow?

Andrés Acevedo: La gente nos da un feedback increíble. Se van sintiendo que todos han pasado por algo de eso alguna vez. Y es muy fuerte. Mucha gente se siente reflejada en esta pareja abierta, pese a no haberlo vivido nunca. Esta pareja, en concreto, ni siquiera creo que haga esto muy a menudo, pero en esta ocasión se desequilibra todo.

Como sociedad, usamos y tiramos demasiado, en algún momento esta pareja también lo hace con un tercero. Y también tiene ese sentimiento social de la insatisfacción permanente.

Alberto Vázquez: ¿Es una obra para gays?

Andrés Acevedo: Sí y no solo. Va a vernos mucho público gay, pero también mucho que no lo es. Pero el reclamo de la imagen es muy fuerte para el mundo homosexual.

Alberto Vázquez: ¿Pero tú crees que el público gay se lleva la misma película que el heterosexual?

Andrés Acevedo: No, pero se llevan una lección igual de valiosa, la de ver qué pasa detrás, después, cuando se ha terminado la excitación, el polvo o como quieras llamarlo. Cuando los personajes vuelven a quedarse solos, el significado de Afterglow, todo lo que pasa “después”, la luz que se ve justo después de la lluvia. Y la pérdida del deseo, que es el fondo de esta obra, pasa en todo tipo de parejas.

Alberto Vázquez: Tres hombres guapos con tres cuerpos estupendos ¿Son un reclamo?

Andrés Acevedo: Yo creo que sí, pero también podían haber sido más espectaculares en los cuerpos y las guapuras jajajá. Pero no es lo que intentamos vender ni contar, aunque el cartel sí vende cuerpos, es algo que “venía en el contrato”, la escena de la ducha. Pero en la obra el desnudo emocional es mucho más fuerte.

Alberto Vázquez: O sea, que muchos van a ver cuerpos, pero se van habiendo “visto” almas también.

Andrés Acevedo: Seguro que sí. Cuando la gente entra, tiene que asomarse para poder ver qué ocurre entre la escenografía y a veces sientes que en las parejas que van, uno de ellos se molesta por cómo el otro mira, pero al poco de empezar la obra, queda claro que es una obra de desnudo emocional.

Alberto Vázquez: ¿Cuándo podremos ver ‘Afterglow’?

Andrés Acevedo: De momento, siete funciones a partir de mayo, el año pasado tuvimos que extender muchas más. Pero mucho más allá de verano no podría ser, por cuestiones de agenda. Me encantaría llevar esta obra a ciudades más pequeñas y ver qué ocurre allí.

Alberto Vázquez: Si algún futuro actor te pide un consejo…

Andrés Acevedo: Que sea infinitamente curioso. Que cada cosa que le interese vaya a buscarla. Si haces un Lorca, como hemos hecho nosotros, que durante esos seis meses nadie sepa ni busque más sobre Lorca. Me encanta decir que debemos ser especialistas efímeros.

Alberto Vázquez: Entre tanta formación y tanto ir y venir ¿Qué recomendación cultural harías a los seguidores de bekultura?

Andrés Acevedo: Pues ahora mismo y, sin duda, un libro muy pequeñito pero que me está abduciendo. “Nadie miraba hacia aquí” que es un ensayo sobre arte y VIH. La autora es Andrea Galaxina y me parece absolutamente brutal. Es la memoria viva del colectivo y el absoluto abandono de las políticas hacia él, todo visto a través del arte. Realmente digno de ser leído y analizado.

Imagen: David DeGea

Dónde y cuándo ver ‘Afterglow’:

Nave 73: 5, 6, 12, 13, 19, 26 y 27 de mayo a las 2O:00h.

Dirección: Calle de Palos de la Frontera, 5 (Madrid)

Actores: Andrés Acevedo, Jon Rod, Jorge Vidal

Autor: Asher Gelman

Dirección: Pedro Casas

Producción: Diego Rebollo y Carlos Martín

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Actor, cantante y ocasionalmente escritor. He desarrollado una amplísima carrera en la televisión, el cine, y sobre todo en el teatro musical participando en producciones como ‘Mamma Mía’,  ‘Antoine’, ‘Amar en tiempos revueltos’ o ‘Cuéntame cómo pasó’. Actualmente actuando en el musical ‘El Médico’.

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