El Museo del Prado recrea con fidelidad la capilla Herrera con los frescos de Annibale Carracci. Desde el pasado 8 de marzo y hasta el 12 de junio, el Museo del Prado abrió al público la presentación de una admirable exposición que reúne por primera vez desde 1833, todos los frescos que se conservan de la impresionante pintura mural que Juan Henríquez de Herrera encargó a Annibale Carracci para la decoración al fresco de la capilla de su familia, en la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma.
El visitante podrá recorrer el extraordinario montaje de la muestra, donde se recrean las diferentes alturas y espacios originales de la capilla italiana.
La exposición está comisariada por Andrés Úbeda, Director Adjunto de Conservación del Museo Nacional del Prado, y cuenta con el patrocinio de la Fundación Amigos del Museo del Prado y la colaboración del Ayuntamiento de Madrid.
Las pinturas de la capilla Herrera son un conjunto de 16 pinturas murales que decoraron la iglesia de San Giacomo degli Spagnuoli de Roma, sita en la Plaza Navona. Actualmente, el templo es conocido como Iglesia de Nostra Signora del Sacro Cuore.
La reciente restauración de los siete frescos conservados en el Prado, la colaboración del Museu Nacional d’Art de Catalunya y la Gallerie Nazionali di Arte Antica Palazzo Barberini de Roma han permitido el estudio y puesta en valor del conjunto.
Historia
En los primeros años del siglo XVII, el banquero palentino Juan Enríquez de Herrera mandó a Annibale Carracci construir en la iglesia de Santiago de los Españoles una capilla dedicada a San Diego de Alcalá, monje franciscano del siglo XV, a quien Herrera había rogado por la sanación de su hijo enfermo.
Annibale Carracci, que acababa de decorar con gran éxito la galería del Palacio Farnese, se comprometió con Juan Enríquez de Herrera a pintar la capilla con los frescos que reproducirían escenas de la vida del santo franciscano. Carracci, desde el inicio, contó con la ayuda de su discípulo Francesco Albani, llamado ‘El Albano’.
Carracci ideó todo el conjunto y llegó a completar algunos frescos antes de que en 1605 sufriera una grave enfermedad que le impidió terminar el proyecto, delegando la ejecución de los murales en Albani, bajo su supervisión.
La Iglesia de Santiago de los Españoles fue uno de los lugares de mayor importancia religiosa y representativa de la monarquía española en Roma.
Traslado y restauración
Como consecuencia del deterioro de la iglesia, se decidió salvar los frescos y, en 1850, el escultor Antonio Solá dirigió toda la operación, consiguiendo embarcar 16 pinturas (de los 19 fragmentos existentes de pintura mural), en el puerto de Civitavecchia, dirección a Barcelona, donde permanecieron nueve de ellas; mientras que las otras siete se depositaron en Madrid.
Los tres restantes frescos se trasladaron a la iglesia Santa María de Montserrat de Roma, pero se desconoce la localización de dos de ellos. Solo permanece hasta el día de hoy el cuadro del altar, pintado al óleo sobre tabla de ‘San Diego de Alcalá intercede por Diego Enríquez de Herrera’.
Exposición
Desde entonces, es la primera vez que este conjunto se reúne.
El conjunto del Museo Nacional del Prado está formado por siete frescos. Los primeros son los cuatro trapecios que decoraban la bóveda de la capilla y que narran asuntos relativos a la vida del santo protagonista: ‘San Diego recibe limosna’, ‘La Refacción milagrosa’, ‘San Diego salva al muchacho dormido en el horno’ y ‘San Diego recibe el hábito franciscano’. Además, el Prado posee tres de los óvalos que se situaban en las pechinas de la cúpula: San Lorenzo, San Francisco y Santiago el Mayor. Estas obras se exponen, por primera vez, después de su reciente restauración.
En julio llegará al Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), para después finalizar su recorrido en noviembre, en el Palazzo Barberini.
En el museo de Barcelona se conservan otras nueve pinturas murales que ingresaron oficialmente el 9 de agosto de 1851 como depósito de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Jordi: Las dos que se situaban en el exterior por encima del acceso a la capilla: ‘La Asunción de la Virgen’ y ‘Los Apóstoles alrededor del sepulcro vacío de la Virgen’. Y otras cuatro, arrancadas de las paredes laterales del interior: ‘La Aparición de san Diego en su sepulcro’, ‘La Predicación de san Diego’, ‘El Milagro de las rosas’ y ‘La Curación de un joven ciego’. Además, MNAC cuenta con otras tres pinturas al fresco que representan al Padre Eterno, a san Pablo, y a san Pedro; santos que flanqueaban el cuadro del altar en el muro frontal de la capilla.
Unida a esta evocación de la capilla se exponen los libros de exequias de los reyes de España, dibujos relacionados, y estampas que reproducen los fragmentos desaparecidos.
Una joya del barroco que quizá puede considerarse el gran desconocido del catálogo de Annibale Carracci.
¡No debemos perdernos este admirable conjunto de pintura mural de excepcional importancia representado en un espacio tan veraz!
Datos de interés:
Exposición: Annibale Carracci. Los frescos de la capilla Herrera
Lugar: Museo Nacional del Prado
Dirección: Paseo del Prado s/n 28014 Madrid
Fecha: 08 de marzo, 2022 – 12 de junio, 2022
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