El Teatro de la Zarzuela recupera ‘La increíble historia de Juan Latino’, uno de los grandes descubrimientos de la pasada temporada. Será del 8 al 17 de enero, a través de 9 funciones abiertas al público general de esta coproducción con la compañía Claroscvro Teatro. Recomendada a partir de 6 años (cuenta además con numerosos pases para colegios), es una producción de música, títeres y máscaras que ensalza la amistad y la tolerancia.
Fue uno de los grandes éxitos de la pasada temporada, que se convirtió desde el primer día en “un feliz descubrimiento para todos los públicos”. “Nadie puede quedar indiferente ante este montaje”, nos comunican desde el teatro.
Se trata de una historia real, poco conocida, de una amistad fraternal a través de la cual podemos comprender cómo son (cómo somos) los seres humanos. Es una pequeña zarzuela, con repertorio musical renacentista y barroco, sobre un escritor y humanista español del siglo XVI.
Sinopsis
Juan Latino fue la primera persona de raza negra que obtuvo un título académico y dictó una cátedra en la Universidad de Granada. “Descubrir de esta forma una historia verdadera de superación racial y social de un esclavo negro en la España del siglo XVI es toda una sorpresa para el espectador”.
Es una sincera invitación a la tolerancia y el respeto, con la que se quiere mostrar cómo el mestizaje ha sido desde hace siglos un elemento constante y crucial en la convivencia de nuestra sociedad. Las músicas y las artes, como las personas y las ideas, se han ido combinando de distintas formas en las obras de compositores anónimos o de los bien conocidos y admirados Durón, Flecha, Gutiérrez de Padilla, Hidalgo, Romero o Sanz.
Algo más sobre la compañía
Después de la también aclamada ‘Perdida en el Bosco’ (2017 y 2019), esta es la segunda coproducción con el Teatro de la Zarzuela que presenta la compañía hispano-canadiense Claroscvro Teatro, una de las referencias mundiales del teatro de títeres dirigida por Julie Vachon y Francisco de Paula Sánchez. Claroscvro Teatro emplea la recreación en el esteticismo historicista con el fin de reforzar los valores educativos de sus obras, y con la convicción de que la belleza es el vehículo perfecto para amar el Arte.