¡Carnaval, Carnaval, Te Quiero! Origen de la fiesta

roxana-esteve

Con febrero llega el Carnaval, una fiesta popular y querida en la que los disfraces llenan las calles de color y diversión.

Pero…,¿Conocemos cuál es el origen del Carnaval? Existen muchas teorías. Algunas fuentes aseguran que el origen del Carnaval, tal y como lo conocemos ahora, se remonta a más de 5.000 años y algunos lo sitúan en el Imperio Romano,  relacionándolo con las festividades Saturnales en honor al dios Saturno tras ser derrocado por su hijo Júpiter; el objeto de las fiestas conmemoraban el reinado de Saturno.

Saturno, dios de la agricultura y la cosecha, se comía a los hijos recién nacidos de Rea, su mujer, por temor a ser destronado por uno de ellos.

¿Quién no guarda en su retina el impactante fresco de GoyaSaturno devorando a su hijo’, expuesto en el Museo Nacional del Prado? Pensar que ese dios Romano engullendo a uno de sus hijos con los ojos desorbitados es uno de los antecedentes de una de las fiestas más populares y queridas por todos, me eriza la piel.

Pero, sigamos con la historia:
Aquella fiesta representaba la igualdad primaria entre los hombres. Originalmente sólo duraban un día (24 de diciembre), pero el primer emperador romano Augusto pidió que se celebraran durante tres días, a los cuales más tarde al tercer emperador romano Calígula, ¡que tenía más ganas de marcha que su tatarabuelo¡, le supo a poco, y añadió un cuarto día festivo más.

Pues bien, durante estas fiestas, se suspendía el poder de los amos sobre sus esclavos, concediéndoles el derecho a hablar y actuar con total libertad. En la festividad se respiraba placer y alegría, las escuelas y los tribunales se cerraban, no estaba permitida la guerra, ni la ejecución de criminales, se enviaban regalos y se servían suntuosas comidas.
La población acudía en masa al monte Aventino y así, con rituales y ofrendas para comenzar una buena cosecha de verano, banquetes, bailes, ropajes y máscaras que personificaban a este dios, dejaban a un lado las obligaciones y las jerarquías, durante unos días para después volver al “orden”.

¡Pero, ojo!, que aquí comienza el lío cómo con el origen de San Valentín, donde existieron tres posibles santos con tres versiones distintas del mismo Valentín romano; porque hay quien sitúa el origen del Carnaval en  Grecia, ya que también celebraban unos festejos similares, pero aquí se veneraba a Dionisio,( dios griego de la fertilidad y el vino), entre otros.

Las fiestas Dionisias, era conocidas por sus grandes procesiones y representaciones de teatro que reunían a toda la población.

En la mitología griega, aparece la figura de Momo, personificación del sarcasmo, las bromas irónicas y la tiranía, siendo el dios que dio su protección a escritores y poetas .
Curiosamente en la actualidad, en algunos países de América Latina Brasil, Colombia, México…), uno de los personajes centrales que presiden los Carnavales es el Rey Momo, representado con máscara y cetro parecido a un bufón, y es al que se le entrega cada año las llaves de la ciudad.

Finalmente, con la expansión del cristianismo, en la Edad Media, la fiesta tomó el nombre de carnaval, que viene de “carnem levare”(quitar la carne), pues se celebraba días antes al Miércoles de Ceniza. Un periodo de abstinencia y ayuno. Por ello, los días antes tenía lugar una celebración donde todo estaba permitido, por lo que, para salvaguardar el anonimato, la gente ocultaba su rostro o iba disfrazada.

Entonces…,¿de dónde proviene el carnaval? Incluso después de analizar las distintas teorías de sus orígenes, no está del todo claro. Lo que sí sabemos, es que a niños y a no tan niños, nos encanta. El día dieciocho saldrá la programación oficial de Madrid, y si este año lo permiten y lo podemos celebrar, ahora más que nunca, no nos lo podemos perder.
¡Por Saturno, por Dionisio, o mejor…, por nosotros mismos!

Imagen: ‘Carnaval en Roma’, (óleo de Johannes Lingelbach).

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roxana-esteve
Cantante lírica, actriz, dramaturga y RRPP de teatro. Debuté a los 14 años en Zarzuela, siendo la tiple cómica más joven de España, realizando mi carrera lírica con las principales compañías del país. Pasé al teatro clásico, perteneciendo durante quince años a la Cía. Titular del Teatro Español a las órdenes de Gustavo Pérez Puig y Mara Recatero. Comencé en el mundo de la dramaturgia con las obras “Aventuras en el jurásico”, “Los alumnos de Merlín” y “Vecinas”, Actualmente acabo de terminar mi primera novela “Dos mujeres sí pueden ser amigas”.

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