7 Jeroglíficos sorprendentes que no creerás que existen – 2ª parte

roxana-esteve

El estudio de los jeroglíficos del antiguo Egipto ha sido durante siglos un verdadero crucigrama.

¿No os encantaría conocer secretos y curiosidades que esconden algunos? ¡Sígueme!

1. Akenatón y Nefertiti abrazando a sus hijas

Los detallados grabados fueron encontrados en Amarna y nos revelan cómo vivía la familia real. Hasta entonces, ninguna familia real egipcia había sido retratada con tanta espontaneidad, mostrando cariño.

El faraón Akenatón impuso la adoración a un único dios al que llamó Atón e introdujo en su reino un nuevo estilo escultórico realista, y no idealizado como todos los demás faraones (fuertes y varoniles). Akenatón se hizo retratar tal cual era físicamente, con todas sus deformidades: un rostro estirado, nariz alargada que apunta a su puntiaguda barbilla.

Es posible que el faraón padeciera  varias enfermedades como “lipodistrofia muscular” caracterizada por la desaparición de la grasa corporal de cintura para arriba, pero la acumulación de esa grasa de cintura para abajo, dando al individuo características femeninas por las anchas caderas. Akenatón también padecía del “Síndrome de Marfan”, que dota al enfermo de rostro delgado y ojos achinados, dedos de manos y pies muy finos y largos…

La estela es una pieza de arte sagrado asombrosamente expresionista que muestra a Nefertiti y Akenatón en compañía de tres de sus hijas, radiantes y felices gracias a la energía y protección de los rayos que reciben del dios Atón. El relieve en piedra caliza data de 1345 aC y se conserva en el Neues Museum de Berlín.

El cráneo alargado de Akenatón le da un aspecto andrógino, y con todos mis respetos, el faraón no podía tener ninguna duda de la fidelidad de Nefertiti porque las niñas son calcadas a papá.

La atmósfera de la escena de los dos reyes sentados, concentrados en jugar con tres de sus hijas, es bastante singular: Nefertiti lleva sentada sobre su regazo a la hija mayor de la pareja, sosteniendo tiernamente su mano, mientras la más pequeña se encuentra apoyada sobre su hombro, trasteando el cara de su madre. Está pequeña falleció al poco tiempo víctima de la peste. La segunda hija está representada en los brazos de su padre a la que besa con verdadero afecto.

La pareja real tuvo tres hijas más. Años más tarde, el faraón se casará con su hija mayor, nombrándola Gran Novia Real.

2. Cleopatra junto a su hijo Cesarión

Cleopatra mandó a hacer el bajorrelieve en la pared del Templo Hathor en Dendera, que la mostraba gobernando junto con su hijo mayor, Cesarión.

Cuando ella murió, el emperador romano Augusto convocó al joven, que tenía apenas 14 años, con promesas de poder, solo para matarlo.

Cuando murió Cleopatra los mellizos, que tenían 10 años  y Ptolomeo, que tenía seis, fueron llevados a Roma a la casa de la viuda de Marco Antonio, Octavia, donde fueron educados.

3. ‘El papiro de Ani’, manual de la inmortalidad (la imagen pertenece únicamente al capítulo de ‘La Balanza’)

‘El papiro de Ani’ es un “Libro de los Muertos” con instrucciones para la vida eterna.  Durante siglos, el “Libro de los muertos” se ha considerado como un texto sagrado equiparable a la Biblia o el Corán.

Es un extenso papiro muy lujoso y exclusivo pintado a mano de 26,6 metros de longitud que el escriba Ani encargó en el año 1250 a. C. Es, Ani debió de ser muy rico pues los libros de los muertos costaban una fortuna: la mayoría de la gente se hacía enterrar con un solo capítulo y normalmente sin decorar.

¿Qué misterios nos cuenta el milenario papiro? Los protagonistas son Ani (alto escriba del faraón), y su mujer, Tutu (suma sacerdotisa de Amón-Ra). Ambos visten de blanco y ella lleva un sistro (instrumento musical) en una de sus manos.

Antes de conseguir la aprobación de Osiris y lograr la ansiada vida eterna, el difunto debía enfrentarse a graves peligros y seres malignos: el fallecido debía negar haber cometido durante su vida terrenal 42 pecados que le iban nombrando y superar la fórmula de las 42 recitaciones.

El capítulo de la imagen nos muestra la última prueba llamada, “¿Cuánto pesa tu corazón?” Anubis (dios de la muerte), coloca en un platillo de la balanza una pluma de avestruz, símbolo de la justicia, y en el otro platillo deposita el corazón del fallecido, que simbolizaba las acciones realizadas por cada persona.

Tot, dios de la sabiduría, preside la ceremonia, mientras Ammyt (cabeza de cocodrilo y cuerpo de león e hipopótamo), espera al acecho a que el difunto resulte pecador para comerse su corazón e impedir su inmortalidad. 

En el siguiente capítulo a éste, Horus dios celeste, lleva de la mano al fallecido ante Osiris, dios de la resurrección.

En 1888, Ernest Wallis Budge compró para el Museo Británico de Londres el papiro encontrado en la tumba de Ani, en Tebas. Por desgracia para transportarlo, lo cortó en 37 secciones.

4. El joven faraón Ramsés II con su trenza lateral aburrido como una mona

En el Antiguo Egipto la trenza de pelo lateral era un símbolo distintivo de juventud como imitación al dios niño Horus para invocar su protección. Tanto los infantes reales como las divinidades-niño (Iah, Shed, Ihy, Jonsu, Harpócrates…), eran representados con la trenza en el lado derecho de la cabeza, cubriendo la oreja.

Se utilizaba tanto en niños como en niñas y se afeitaba en la pubertad.  Aunque es cierto que los príncipes la conservaban hasta edad bastante avanzada.

Aunque parezca que el joven faraón está aburrido y mordiéndose las uñas, era típico en las representaciones de los infantes ponerles con un dedo cercano a la boca.

5. Estrellas egipcias

Tras estar enterrado durante siglos en capas de hollín, el Templo de Esna recobró su color original.  Esta construcción de hace 2.000 años llegó incluso a usarse como almacén de algodón. Ya se conocía su existencia, gracias al egiptólogo francés Serge Sauneron, pero solo se pudo ver la parte cincelada.

En 2020, con las técnicas actuales, se llevó a cabo una profunda limpieza en el templo,  pudiéndose contemplar su gran techo astronómico y sus inscripciones jeroglíficas donde se descubrieron  nombres de constelaciones egipcias desconocidos hasta ahora.

‘Apedu n Ra’ o ‘Los gansos de Ra’(que sería su traducción) vuelve a lucir.

En la imagen vemos  la representación egipcia antigua de la Osa Mayor, conocida y representada como  ‘La Pierna del Toro’. Incluye siete estrellas y está atada a una estaca por una diosa en forma de hipopótamo (derecha). La Osa Mayor es considerada la manifestación del dios maligno Seth, que asesinó a su hermano Osiris. La diosa evita que Seth llegue a Osiris. El  mito se construyó porque la constelación nunca se sumerge tras el horizonte.

Otras constelaciones de los antiguos egipcios fueron:  la Estrella Vega como ‘Estrella del Buitre’ “o ‘Los doce guardianes del cielo’ que eran las doce estrellas que servían para la división en franjas horarias de la noche y que pensaban que acompañaban a los faraones fallecidos en su viaje nocturno con Ra, el dios del Sol.

6. La discapacidad

En la representación del bajo relieve vemos representado a un hombre con atrofia en la extremidad inferior derecha y en su pie.

Los egipcios fueron los inventores de la ortopedia. Se han hallado las primeras prótesis, como la de un dedo gordo del pie de 600 a. C., así como una férula para curar fracturas de un periodo anterior a la dinastía V. Hay pinturas en tumbas que muestran el uso de muletas, como en la imagen, para ayudarse a caminar.

7. ¡Rupert,  te necesito!

La peluquería en el Antiguo Egipto era un elemento diferenciador entre clases. Así, el pelo servía para saber quiénes eran esclavos, sacerdotes o persona de al rango de la sociedad.

A los esclavos se les rapaba la cabeza mientras que para los miembros de la élite estar limpio y bien peinado era un signo de sofisticación y se esmeraban por lucir un cabello visiblemente sano y cuidado.

Ambos sexos se sometían a distintos tratamientos: se lo cortaban, teñían con tonalidades que se aplicaban con tintes naturales y trenzaban su cabello, entretejiendo en él amuletos. Otra opción, como no, era afeitarse para librarse de los incómodos piojos.

Las pelucas eran otra opción muy extendida y había una gran variedad de formas, tamaños y diseños. Fueron utilizadas tanto por hombres como por mujeres, con el fin de  proteger su cuero cabelludo del severo clima de Egipto y además, servían como sofisticados complementos de belleza.

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roxana-esteve
Cantante lírica, actriz, dramaturga y RRPP de teatro. Debuté a los 14 años en Zarzuela, siendo la tiple cómica más joven de España, realizando mi carrera lírica con las principales compañías del país. Pasé al teatro clásico, perteneciendo durante quince años a la Cía. Titular del Teatro Español a las órdenes de Gustavo Pérez Puig y Mara Recatero. Comencé en el mundo de la dramaturgia con las obras “Aventuras en el jurásico”, “Los alumnos de Merlín” y “Vecinas”, Actualmente acabo de terminar mi primera novela “Dos mujeres sí pueden ser amigas”.

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