10 secretos alucinantes de la Sagrada Familia

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La Sagrada Familia es una de las maravillas turísticas de España y diría que uno de los rincones más impresionantes y bellos del mundo. Su Fachada del Nacimiento y su cripta son Patrimonio de la Unesco y fue declarada Basílica en el año 2010.

Esta joya arquitectónica que simboliza la unificación de la fe católica en un único templo, es la magna representación de una biblia elaborada en piedra.

Sus 140 años de historia dan pie a todo tipo de leyendas, rumores y misterios ¡Empecemos!

1. La primera piedra no la puso Antoni Gaudí.

El proyecto original fue idea del arquitecto Francesc de Paula Villar, que terminó abandonando la obra por sus rifirrafes y desavenencias de carácter técnico, relativas al coste de los materiales con Joan Martorell, arquitecto asesor de Josep Maria Bocabella, presidente de la Asociación de Devotos de San José y promotor del proyecto. La idea de Villar trataba de un proyecto neogótico, nada que ver con el actual, del que sólo se construyó parte de la cripta.

Martorell recomendó a Antoni Gaudí, que confirió una nueva orientación al proyecto y lo transformó en una ambiciosa propuesta de templo para la iglesia del futuro. Finalmente Gaudí se hizo cargo del proyecto, convirtiéndolo en su obra maestra.

El 19 de marzo de 1882 (Día del Padre, también conocido como Día de San José), el obispo Urquinaona coloca la primera piedra del templo.

2. La naturaleza y ni una sola línea recta

“No hay líneas rectas ni esquinas afiladas en la naturaleza… por lo tanto, los edificios no deben tener líneas rectas ni esquinas afiladas” ,“La recta es del hombre; la curva es de Dios”, dijo Gaudí. Y, así se hizo; en el interior de la Sagrada Familia, todo está construido imitando la arquitectura de la naturaleza.

Las columnas del interior que sostienen el templo emulan árboles que se alzan del suelo al techo y cuya trayectoria de crecimiento está calculada aritméticamente.

3. Las 3 fachadas

La Sagrada Familia tiene tres fachadas diferentes, y cada una de ellas con diferentes significados ocultos. Gaudí decidió que cada una de las partes se construyeran independientes y diferentes entre sí tanto en su significado simbólico como en su expresividad plástica y así, reflejar los estilos arquitectónicos de las diferentes generaciones.

La Fachada del Nacimiento es la única que pudo ver el arquitecto terminada en vida y está dedicada al nacimiento de Jesús. En toda su fachada se muestran elementos relacionados con la Naturaleza y la creación de la vida. En sus tres portales se aprecian las virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad. Además, la genealogía de Jesús está representada en la columna que sirve de base a la Natividad donde por ella asciende una cinta con los nombres de los antepasados paternos de Jesús, empezando por Abraham y acabando por Jacob (padre de San José), y la representación de las edades del hombre a través de los Reyes Magos, existen dos tortugas: una marina (bajo la columna de José) y una terrestre (bajo la columna de María), que originalmente servían como desagüe y simbolizan longevidad y eternidad.

La segunda es la fachada de la Pasión, representa la crucifixión de Jesús, y la tercera fachada es la de la Gloria (todavía en construcción), y representa el camino para llegar a Dios pasando por la muerte, el juicio final y la gloria.

Convirtió las tres fachadas de la Basílica en los tres momentos más trascendentales de la vida de Jesús: el nacimiento, la muerte y la resurrección, y la gloria.

4. El enigmático cuadrado mágico o “sudoku”

La pasión de Gaudí por los enigmas y los misterios son otro de los sellos distintivos en sus obras.

En la Fachada de la Pasión existe una interesante tabla de 4×4 números (16 casillas con 16 números) que sumados en vertical, en horizontal y en diagonal, da el mismo resultado: 33, la edad de Jesús cuando fue crucificado.

5. Gaudí, un hombre previsor

Gaudí pretendía que su labor continuara durante varias generaciones, pero era consciente de que no iba a vivir para ver terminado su gran proyecto, así que dejó maquetas, planos, esbozos, bocetos e indicaciones para que quienes tomaran el relevo supieran por dónde continuar.

En la Guerra Civil, La Sagrada Familia sufrió varios destrozos. Uno de los más dañinos fue el incendio en la cripta que destruyó la valiosa información que dejó. Así pues, nunca la veremos terminada tal y como se la imaginó. Afortunadamente, el templo sobrevivió al incendio.

6. Simbología de las torres

Cuando finalice su construcción contará con 18 torres: las 12 más pequeñas representan a los apóstoles; las cuatro más altas a los evangelistas; otra más elevada, a la Virgen María; y la más alta de todas será la portadora de la cruz, símbolo de Jesucristo con 172,5 metros.

Se tiene previsto que en 2026 se culminará la Torre de Jesús, coronándose como el edificio más alto de Barcelona. Si se finaliza en ese año coincidirá con el cien aniversario de la muerte de Antoni Gaudí, su principal arquitecto.

7. ¿Por qué medirá 172,5 metros?

Porque Gaudí quiso recuperar el ansia de verticalidad medieval.  Porque quiso que fuera la edificación más alta de Barcelona, pero no quiso pecar de pretencioso y que la obra del hombre superara a la de Dios. Es por ello que se mantendrá por debajo de la altura de Montjuïc, con una elevación de 178 m.

8. Templo Expiatorio

El nombre con el que más se conoce a la Sagrada Familia es ‘Templo Expiatorio de la Sagrada Familia’. Expiatorio no es un adjetivo puesto al azar, sino una cláusula presupuestaria y su construcción se llevó a cabo financiada exclusivamente con el dinero obtenido a través de múltiples y cuantiosas donaciones privadas y, desde hace años, por la ayuda del beneficio de las entradas.

¿Qué significa? Que el Vaticano y la Conferencia Episcopal Española se lavan las manos.

¿Cómo resistirnos a admirar semejante belleza si además, al pagar nuestra entrada contribuimos en su construcción?

9. ¿Gaudí, masón?

Ciertas teorías vinculan a Gaudí con la masonería a partir de la iconografía de la Sagrada Familia, basándose en que al principio Gaudí estaba muy relacionado con amigos, artistas y políticos de los ambientes masónicos de Reus. Y es cierto que se encontraba amparado bajo el mecenazgo de Güell, reconocido masón. 

Sin embargo, Xavier Güell, bisnieto de Eusebi Güell, a partir de fuentes reales y  en base a conversaciones con su bisabuelo y su familia, expone en su novela Yo, Gaudí: “Aunque estuvo rodeado de masones, yo sé que Gaudí no fue masón”.

Eusebi Güel junto a Antonio Gaudí

Mejor conozcamos lo que Gaudí dijo sobre su obra maestra: “Todo el mundo encuentra sus cosas en el templo: los campesinos ven gallinas y gallos; los científicos, los signos del zodíaco; los teólogos, la genealogía de Jesús; pero la explicación, el raciocinio, sólo la saben los competentes y no se debe vulgarizar”.

Si me preguntan, yo diría que la esencia de su arte y de su estética la encontró en su religiosidad.

10. La fatídica muerte del ilustre arquitecto

El 7 de junio de 1926, Gaudí regresaba de la iglesia de San Felipe Neri a su casa-estudio del obrador en la Sagrada Familia, cuando un tranvía de la línea 30 atropelló al célebre arquitecto en el cruce de la calle Gran Vía de las Cortes con la calle Bailén, donde quedó tendido en el suelo herido de gravedad, moribundo y desatendido.

¡Lo que es la vida! A pesar de su extendida fama y prestigio, los transeúntes no le reconocieron y le tomaron por un vagabundo debido al aspecto humilde y descuidado que lucía en su vejez. No acudieron en su auxilio y varios incívicos e inhumanos taxistas declinaron socorrerle y trasladarle al hospital más cercano por no manchar de sangre la tapicería de sus asientos.

Un guardia civil, aunque tampoco le reconoció, pues Gaudí no portaba  ningún documento de identidad, obligó a que uno de estos esquivos taxistas le trasladase al Hospital de la Santa Cruz (hospicio para mendigos). Una vez allí, el capellán de la Sagrada Familia fue el primero en reconocerle, aunque ya era demasiado tarde: tres días después, tras una larga agonía, Gaudí expiró a la edad de 73 años. 

Hospital de la Santa Cruz

Los restos de Gaudí descansan en el interior de la capilla de la Virgen del Carmen, en la Cripta de la Sagrada Familia, después de que el féretro recorriera buena parte de la ciudad seguido por una extensa multitud, adelantando con su paso al lento tranvía, que no circulaba a más de 10 kilómetros por hora.

Los periódicos de la época se hicieron eco de la noticia que saltó a la palestra ahondando en la idea del desafortunado abandono que sufrió el arquitecto por no ser reconocido por los conductores y transeúntes ¿No les chirría? Del fatídico suceso hay algo que me crispa y es una realidad mucho más compleja: el foco se puso, en exclusiva, en la injusticia padecida por Gaudí pero, ¿nadie fue capaz de advertir y denunciar la desasistencia que en realidad padecían los indigentes que habitaban las calles de la ciudad condal?

11. ¡Bonus extra! Su retrato de la muerte

El escultor Juan Matamala, hijo de  Lorenzo Matamala (amigo íntimo de Gaudí), fue el encargado de crear la máscara mortuoria del difunto. Cuando Matamala supo que era el encargado de esta importante labor, recordaba que no sólo compartía el dolor de los presentes, sino que también sentía la angustia de perder a su maestro y consejero.

Su impresionante máscara está expuesta en el museo de la basílica. Una de las copias que se obtuvieron se puede ver en la Casa Museo de Gaudí ubicada en el Park Güell. Después realizó retratos en bronce como el conservado en la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi.

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Cantante lírica, actriz, dramaturga y RRPP de teatro. Debuté a los 14 años en Zarzuela, siendo la tiple cómica más joven de España, realizando mi carrera lírica con las principales compañías del país. Pasé al teatro clásico, perteneciendo durante quince años a la Cía. Titular del Teatro Español a las órdenes de Gustavo Pérez Puig y Mara Recatero. Comencé en el mundo de la dramaturgia con las obras “Aventuras en el jurásico”, “Los alumnos de Merlín” y “Vecinas”, Actualmente acabo de terminar mi primera novela “Dos mujeres sí pueden ser amigas”.

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