10 curiosidades sobre el Día de los Muertos

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¿Cómo podemos honrar a los seres queridos que ya no están entre nosotros?

¿Coinciden en algo las Catrinas, las caléndulas y las mariposas monarca? Así como las calabazas, las brujas y los gatos negros son símbolos por excelencia de Halloween, estos tres elementos están asociados con una festividad diferente: el Día de los Muertos.

Para ayudar a ilustrar cuán fascinante es realmente esta festividad y milenaria tradición llena de simbolismo, he reunido diez curiosidades que debes saber sobre de ella:

1­­­. No te confundas con Halloween

Si bien Halloween se celebra el 31 de octubre, el Día de los Muertos se celebra justo después, el 2 de noviembre. Halloween es conocido como: Víspera de Todos los Santos,​ Noche de los Muertos, Noche de Brujas o incluso Allhalloween.

2. Su origen fue en México y Centroamérica

El Día de los Muertos se originó en la antigua Mesoamérica (México y el norte de América Central), donde los pueblos indígenas, incluidas las civilizaciones aztecas, mayas y toltecas conmemoraban a sus seres queridos que habían fallecido. Y ciertos meses se dedicaban a recordar a los difuntos, en función de si el difunto era un adulto o un niño.

3. Su importancia

Esta fiesta mexicana se celebra los dos primeros días de noviembre con el propósito de conmemorar la vida de los difuntos en los días del año en que se cree que sus espíritus regresan a nuestro mundo. En México, en términos de importancia, solo es superada por la Navidad y, hoy en día, está creciendo en popularidad en todo el mundo gracias a la dispersión mexicana en el extranjero.

Después de la llegada de los españoles, este ritual de conmemoración de los muertos se adaptó a dos días festivos españoles: el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) y el Día de los Difuntos (2 de noviembre). A menudo, los mexicanos siguen celebrando el 1 de noviembre como un día para recordar a los niños que han fallecido y el 2 de noviembre para honrar a los adultos.

4. Es una celebración de la VIDA, no de la muerte

Los antiguos mesoamericanos creían que la muerte era parte del viaje de la vida, en lugar de que la muerte acabara con la vida. Esta etapa a menudo se asocia con la naturaleza cíclica de la agricultura, en la que los cultivos crecen del suelo donde se encuentra enterrado el último cultivo.

El Día de los Muertos no es un día de tristeza, es una oportunidad para recordar y celebrar la vida de los seres queridos que han partido. Como cualquier otra celebración, el Día de los Muertos está lleno de música y baile. Algunos bailes populares incluyen La Danza de los  Viejitos, un baile típico del estado de Michoacán lleno de tradición, basado en un ritual sagrado en el que los niños y jóvenes se visten como ancianos y resulta bastante cómica, pues está diseñada para hacer un contraste entre las posturas encorvadas y tambaleantes de los danzantes que repentinamente se ponen a saltar en un zapateado enérgico. 

5. Distintas tradiciones en diferentes partes de México

Es costumbre visitar los cementerios y pasar tiempo en las tumbas de los seres queridos. En preparación para el Día de los Muertos, las familias limpiarán y lavarán las tumbas de sus difuntos y las decorarán con velas y flores. Traerán ofrendas de comida que el difunto disfrutó y objetos que fueron significativos para él en vida. En el caso de niños, los juguetes serán llevados a la tumba. En muchas partes del país, las familias compartirán una comida junto a las tumbas de sus familiares, mientras comparten historias y recuerdos sobre los seres queridos que han perdido.

Pero México es un país muy grande y, como tal, es un lugar diverso: mientras en Mixquic, se decora el pueblo con cadenetas de papel y estrellas para guiar a los espíritus; en Pátzcuaro, la gente viaja al cementerio en botes iluminados con velas por el lago en la noche; y en la península de Yucatán es costumbre tener una comida festiva en la que el plato principal es el pib, un guiso a base de maíz parecido a un tamal.

6. La ofrenda del altar

Esta práctica data de hace casi 3.000 años. La ofrenda es, a menudo, el símbolo más reconocido del Día de los Muertos. Este altar temporal es una forma para que las familias honren a sus seres queridos y les proporcionen lo que necesitan en su viaje. Se suelen adornar en naranja y morado, los colores tradicionales de la festividad. Las fotos de amigos y familiares fallecidos se colocan en el centro del altar junto con objetos que les pertenecieron y otros que sirven como un recordatorio de sus vidas. Se trata de ofrecer a sus seres queridos algunas de sus comidas y bebidas favoritas que disfrutaron mientras estaban vivos. Si a la abuela le gustaban sus caramelos de violeta y si el abuelo disfrutaba su café de malta, entonces, ¿Por qué no dejarlo para que regresen de la Tierra de los Muertos por una noche para disfrutarlo una vez más?

Importante también es rodear las fotografías de ofrendas. Cada ofrenda también incluye los cuatro elementos: agua, viento, tierra y fuego. Se deja agua en un recipiente para que los espíritus sacien su sed. El papel picado, o las tradicionales guirnaldas de papel, representan el viento. La tierra está representada por la comida, especialmente el pan. Las velas que simbolizan el fuego, a menudo se dejan en forma de cruz para representar los puntos cardinales y así, los espíritus puedan encontrar su camino.

7. Las flores, las mariposas y las calaveritas de azúcar, como símbolos de la festividad

La caléndula, originaria de México, llamada “cempasúchil” significa en la lengua náhuatl flor de veinte pétalos y es una flor que crece en otoño. A menudo se coloca en ofrendas y alrededor de tumbas.

La tradición surgió en la época prehispánica y se utilizan para hacer un camino que conduce a los espíritus desde el cementerio hasta las casas de sus familias, y cuenta la leyenda que su fuerte aroma y el color vibrante de sus pétalos anaranjados guían a los muertos durante su visita al mundo de los vivos. La flor también está fuertemente asociada con el sol y el renacimiento, dado su color naranja, ya que se dice que contienen el color y el aroma al fuego del sol.

La mariposa monarca es una figura icónica durante la mencionada conmemoración de los seres queridos. En la cultura maya, el insecto jugaba un papel importante, pues creían que contenía el alma de los difuntos. Esta creencia se deriva también del fenómeno de la migración, pues las primeras monarcas llegan a México para el invierno cada otoño el 1 de noviembre, coincidiendo con el  Día de los Muertos. La tradición es hacer una procesión para guiar a las mariposas y despedirlas, mientras que los pueblos Purépechas guardan silencio y escuchan el mensaje de los familiares que partieron, el cual se oye en el aleteo de las mariposas.

Las sonrientes calaveritas de azúcar, junto con juguetes, se dejan en los altares para los niños que han pasado. La calavera no se utiliza como símbolo morboso, sino más bien como un recordatorio del carácter cíclico de la vida, razón por la cual están decoradas con colores vivos. Puede ser tanto una hermosa decoración como un dulce regalo. A menudo contienen un espacio para escribir el nombre de un ser querido fallecido que se colocará encima del altar. Las calaveritas comestibles generalmente están hechas de un tipo de azúcar más suave mezclada con agua, y también se pueden encontrar en una versión de chocolate, en pasteles, galletas e incluso gominolas.

8. La Catrina

La figura más icónica es la Calavera Catrina. Esta figura se representa como el símbolo del más allá y se considera la gran dama de las festividades. Esta elegante dama esquelética fue originalmente concebida como una sátira política por el pintor José Guadalupe Posada como una forma de burlarse de la élite durante el reinado de Porfirio Díaz. Se hizo como una crítica sobre las diferentes disparidades entre las clases y sigue representando la idea de que todos somos socialmente iguales.

9. Tres películas asociadas al Día de los Muertos que deberías ver:

Coco: uno de los ejemplos más fantásticos es Coco, que coloca la cultura y la tradición mexicana en el centro del escenario de la mejor manera posible. Como tal, ha abierto al mundo a la festividad hasta el punto de que ahora se celebra mucho más ampliamente que nunca en los hogares. Esta deliciosa película, con una banda sonora mítica, te llegará al corazón.

El libro de la vida (animación) de Guillermo del Toro: El Día de los Muertos, unos revoltosos niños acuden a un museo. Allí, su guía les enseña el Libro de la vida, que guarda todas las historias, incluida la de Manolo y Joaquín, amigos inseparables hasta que rivalizan por el amor de María.

Spectre del agente 007: No te puedes perder la secuencia de apertura de Spectre rodada en México, donde, de manera fascinante, nos encontramos en un extravagante desfile del Día de los Muertos en el distrito del centro histórico de la ciudad de México. Es un sorprendente travelling que dura cuatro minutos y te hace sentir como si estuvieras en medio de la festividad. La cámara se adentra entre las multitudes disfrazadas que participan en el desfile, por lo que el espectador se siente como si estuviera caminando por las calles de la ciudad. El diseño de vestuario es, en gran parte, tradicional y lo completan los extravagantes y grandes personajes y criaturas de papel maché que bailan, exhibiéndose entre los muchos edificios de estilo colonial.

10. Comidas del Día de los muertos

Cuando las familias mexicanas se juntan, ¡Se come y se bebe mucho!

Uno de los alimentos más preciados, ¡el divino tamal! Muy popular durante todo el año, pero se vuelve aún más preciado durante la festividad.

Las sopas son muy importantes para calentarse antes de salir en la noche. La más popular es, sin duda, el Pozole, una sopa de tomate con maíz y, generalmente, carne de cerdo desmenuzada. A la mayoría de la gente le gusta hacerla picante y así, ¡pondrán fuego a la lengua! Otra sopa sabrosa y típica es la Sopa Azteca, hecha con pollo y trozos de tortilla.

Los pasteles y los dulces son fundamentales para la especial ocasión, como el flan de caramelo o la calabaza en Tacha (confitada), aunque la mayoría de la gente lo que espera durante el año es el Pan de Muerto, una deliciosa hogaza de pan dulce espolvoreado con azúcar y cubierto con pequeños adornos en forma de hueso que se hornea tradicionalmente en los días previos a la celebración. Simboliza una ofrenda común para los espíritus y también para el disfrute de las familias ¡Simplemente, no es Día de Muertos sin Pan de Muertos!

Las familias honran a los difuntos no solo comiendo sus comidas favoritas, también consumiendo sus bebidas favoritas, ¡Salud! Y si pueden… Celebren sin dolor el Día de los Muertos.

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Cantante lírica, actriz, dramaturga y RRPP de teatro. Debuté a los 14 años en Zarzuela, siendo la tiple cómica más joven de España, realizando mi carrera lírica con las principales compañías del país. Pasé al teatro clásico, perteneciendo durante quince años a la Cía. Titular del Teatro Español a las órdenes de Gustavo Pérez Puig y Mara Recatero. Comencé en el mundo de la dramaturgia con las obras “Aventuras en el jurásico”, “Los alumnos de Merlín” y “Vecinas”, Actualmente acabo de terminar mi primera novela “Dos mujeres sí pueden ser amigas”.

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